Antes de hablar sobre la cocina tunecina, debemos hacer una breve referencia a la cocina de la región del Magreb, la zona más occidental del noroeste de África frente al mar Mediterráneo, que abarca los países de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia; y el origen de sus cocinas proviene de los bereberes.
Por lo tanto, la gastronomía tunecina es una cocina magrebí con sus características propias; en sus platillos no faltan las verduras, la carne de oveja, pescado y pastas, por supuesto están presente las especias con su aroma y sabor especial.
Describir la cocina tunecina no es fácil, no se puede obviar los milenios de historia bereber, y a eso agregar la influencia árabe, otomana, judía y europea, especialmente la presencia de la cocina francesa e italiana
La religión predominante en Túnez es la musulmana, por consiguiente, se consume carne halal, que procede de animales que han sido sacrificados de acuerdo a las leyes del Corán. Los alimentos básicos más utilizados según la cocina magrebí son: el trigo, para la elaboración del pan Khobz, el cuscús, pescado, mariscos, cabra, cordero, dátiles, almendras, aceitunas y variedad de verduras y frutas.
Entre las especias para condimentar ensaladas, potajes y legumbres está la alcaravea con su sabor picante y su sabor a anís; el tabil, una mezcla de cilantro, alcaravea, ajo y pimiento rojo seco. Para el aderezo de carnes siempre se recurre al Hanout, compuesto por cardamomo, clavo, cayena, canela y otras especias.
En la gastronomía tunecina juegan un papel muy importante las ensaladas como primer plato. La Mechouia, elaborada a base de tomate, pimientos verdes asados, ajo y cebolla, aderezados con especias. Se le añade aceitunas, alcaparras, atún y huevo duro picado.
Por último, como olvidar los postres, ricos platillos a base de almendras, miel, frutos secos y hojaldres.